Mi tipo de chica

En este mundo, existen tantos tipos de mujeres como de hombres. Las hay guapas y feas, más o menos delgadas, inteligentes y tímidas, o brutas y simpáticas y entre esos extremos, un montón de personas diferentes. Es una pasada, ¿Os imagináis que dilema a la hora de ligar? Cuando era pequeño no sabía por cual decidirme, así que hice una pequeña lista de virtudes para saber qué era lo que buscaba en una mujer.


Yo no soy de los que piden milagros ni mucho menos, no voy por ahí buscando un estereotipo. Las chicas de la gran pantalla, en la realidad pierden parte de su encanto. Siempre opiné que durante esa hora y media que dura la película, más que la actriz lo que nos pone es la aventura en si y… bueno, quizás un poco las escenas subiditas de tono.

Lo peor del mundo

Si hay algo sabido por todos, es que el mundo está lleno de desastres. Tenemos tsunamis, terremotos, incendios, inundaciones, insolaciones, volcanes, siete partes de la película Saw... pero, tras analizar todos los datos posibles, he llegado a la conclusión de que solo hay uno que joda de verdad. El peor de todos es... (redoble de tambores por favor) el hundimiento.


— ¿El hundimiento?


—Si señor, el hundimiento


— ¿Pero seguro? No parece tan grave.


Claro ¿Queréis pruebas? Si como no, toda argumentación tiene que contener pruebas irrefutables. Bien empecemos. El Titanic, ¿Le hubiese afectado algo un incendio? Si, pero se hunde y ahí es cuando se jode todo. La Atlántida ¿Un tsunami? Le hubiese sentado mal, pero ¿Cuándo se va todo a tomar por saco? Cuando se hunde. El crack del 29, una tragedia ¿Por qué? Porque la bolsa se hunde. ¿Veis? Está escrito que es el peor de los males.

El chico que abrió el bote de mayonesa.

Hace poco, en una entrada de FB, tuve un pequeño intercambio de ideas con "Simplemente Tavamy" sobre las princesas Disney. Una conversación sobre el machismo y feminismo de estos dibujos en la sociedad. Ya ha pasado algún tiempo de eso y no sé si ella se acordará, pero como siempre me ocurre, las ideas se agolpan en mi mente y siguen girando intentando cobrar vida hasta que me siento a escribir.


Princesas que necesitan de un caballero y caballeros que necesitan de una princesa. En pleno siglo veinte aun nos deleitamos con ese rol tan acostumbrado de los géneros enfrentados. Chicos contra chicas, hombres contra mujeres, Sexo débil contra ¿Sexo fuerte? Por favor, si de todos es sabido que una buena patada en la entrepierna nos tumba durante media hora...

Superheroes

No llevo capa ni los calzoncillos por fuera. No puedo mover cosas con la mente y si me golpean, sangro como un ser humano normal. Pero no soy como los demás. He salvado en cinco minutos a una niña de una enfermedad terminal en la que agonizaba. He cambiado las leyes de los hombres en un suspiro. He mostrado mi descontento hacia el maltrato animal de tal forma, que los perros me vitorean por la calle. He ayudado a una aldea perdida en lo más hondo de una selva amazónica, a tener agua corriente e incluso mostré mi furia ante los actos del gobierno que retrocedió acobardado.


Si, yo soy esa persona a la que nadie conoce. Ese héroe anónimo que permanece en las sombras, pasando desapercibido hasta que la humanidad le necesita. Yo soy... un firmador profesional de las protestas en las redes sociales.


Sé que sin mi granito de arena, todo el mundo estaría sumido en el caos. Sin la constancia de mi nombre no llegaríamos a los siete millones de firmas para dar un chupete nuevo al tal Pedro Juárez de Tijuana. Sin mí, visionando las crueldades de la vida en esas fotos medio gore que posteo, correríamos el riesgo de olvidar por qué estamos luchando.

Dudas imposibles...

¿Recordáis la primera vez que leísteis una novela de misterio? Qué tiempos aquellos en los que nos deleitábamos con Sherlock Holmes, las aventuras de los cinco o incluso los libros de Agatha Christie. Con una lupa, resolvíamos los crímenes sobre quién se había comido la última galleta en casa o el difícil caso sobre quién se bebía y no rellenaba la botella de agua de la nevera o para que servían las cubetas de hielo… sin hielo.


Éramos genios en potencia desperdiciados. Pero ahora que hemos crecido, sabemos cuál es el código Da Vince, que es lo que Nicolas Cage encontró en la búsqueda e incluso el significado de palabras tan extrañas y complejas como finiquito en diferido. Somos tan inteligentes que sabemos el final del sexto sentido sin haberla visto y que Luke Skywalker, no nació de una mata de plátanos, porque conoció a su padre.


Sin embargo hay cosas que se nos escapan. Algo para lo que nuestra mente no está preparada y jamás llegaremos a entender del todo. ¿Por qué el resto de los conductores siempre lo hacen peor que uno mismo? Es decir, ¿Es que en caso de accidente ellos son de goma y no les pasa nada?

Al cerrar los ojos...

Cierro los ojos y veo las cenizas de un mundo sumergido en el caos, mutados persiguiendo a los últimos supervivientes que quedan de la humanidad que intentan permanecer con vida. Abro los ojos y el sol entra radiante por mi ventana alumbrándome en un nuevo día tranquilo. Cierro los ojos. La música y la poesía me transporta más allá del firmamento a un mar de estrellas donde acaricio a la osa menor sin que su otra constelación rival se enfade. Abro los ojos y la gravedad me tiene atrapado con su abrazo, negándose a que extienda mis manos al cielo infinito y vuele por siempre con las nubes.


Cierro los ojos y veo monstruos y villanos, héroes y princesas que necesitan ser salvadas. Veo heroínas enfrentándose al mundo por el amor que anida en su corazón y como un niño cualquiera puede sobrevivir a los problemas de un mundo que no le quiere. Abro los ojos y veo en las noticias como otro niño se suicida, como familias se destruyen y como el tono rosa con que pinto mis sueños se vuelve negro con la realidad.

Como conseguir un buen trabajo

Tras analizar un millón de variables de lo que podría llegar a interesar a todas las personas del planeta, he dado por fin con un tema impactante ¿Cómo narices hago para encontrar trabajo de una vez? Porque seamos sinceros, es lo que más nos está costando estos días.


Como habéis sido fieles seguidores de las locuras de mi blog, voy a intentar ayudaros con unas pocas ideas que espero os hagan sentir mejor.


Vendedor de patatas fritas: Un estudio riguroso de las fábricas de patatas fritas, me ha demostrado que aquí hay un filón que pocos saben aprovechar. Os muestro los pasos a seguir para que funcione al cien por cien.


Lo primero es conseguir unos tiestos y poneros a plantar patatas como locos. Conseguid bolsas de plástico y una máquina que envase al vacío con precisión. Una vez las tengáis, las cortáis en tiras finas y atención, MUY importante, ponéis dos rodajas en bolsas gigantescas. Con un bolígrafo, ponéis una carita sonriente y un anuncio original. Algo así como “Las únicas patatas 100% caseras” y las vendéis a 3 euros la bolsa.

¿Eres feliz?

Como cada día me despierto, abro los ojos y me quedo en la cama tan quieto que parece que estoy muerto. Diluyo mis pensamientos con sueños imposibles, mientras la realidad se impone y me aleja de Morfeo. Es en esos momentos cuando he podido disfrutar de ser rico y derrochar millones en fruslerías, de ser más que pobre e intentar sobrevivir en la indigencia, de viajar por el mundo y conocer culturas y personas diferentes, de negarme a salir de casa y ver como las cuatro paredes que forman mi hogar aumentan mi miedo hasta el infinito, de ver un caballo salvaje y montarlo para escapar bien rápido perseguido por millones de tarántulas. Cuando lo imposible me acaricia, le dejo y lo disfruto.


Entre todos esos pensamientos, hoy me vino a la mente algo que extraño mucho de mi ciudad. Es un reloj despertador que me compró mi padre por mi cumpleaños hace ya algún tiempo. Creo que nunca se lo dije, pero me encantó. Era un aparato chino (Como todos los que tenemos en la actualidad) que tenía hasta un sensor para medir la temperatura. Sin embargo, el sensor había que pegarlo en la ventana y por miedo a que cayese en la cabeza de un vecino nunca me atreví a colocarlo. Al igual que jamás puse ninguna de las emisoras de música que podía captar, ni lo usé de despertador ya que el sonido que hacía era demasiado estridente.

Para esa gente especial...

Si en algún momento alguien me preguntase que es lo que más hice durante mi infancia, no lo dudaría. Leer. Desde que tengo memoria siempre me ha gustado. Recuerdo aquellos libros de bolsillo que me daba mi padre sobre pájaros y setas. Supervivencia en la selva o en la montaña. Cocina saludable o rica y sabrosa.


Recuerdo como le suplicaba a mi madre cuando íbamos al Sabeco de las afueras de Vitoria (Aquel centro comercial taaaaan lejano en aquel entonces) para que me dejase a solas en la sección de los libros y sentarme a leer en lo que ella hacía la compra. Recuerdo el primer día que leí Rudiguer, el pequeño vampiro o como me reí con el pirata Garrapata. Aquel primer día en que conocí la biblioteca de la Florida y cuando me echaron de la misma al no poder contener mi risa con las aventuras de Tintín. Me recuerdo discutiendo con una genetista sobre el ADN y los cambios evolutivos tras haber leído "La hija de Júpiter" y que se quedó impresionada con mis conocimientos y también como Lestart el Vampiro me conmovió hasta lo más profundo. Recuerdo que a mis mejores amigos y solo a ellos, les premiaba con mis mayores tesoros. Mis libros preferidos, intactos, para que al igual que yo tuviesen el placer de vivir a su lado mil aventuras.

La amante discreta

He conocido reyes y plebeyos. A ricos y pobres. No son pocos los que han sentido mi caricia ansiosos por que les tomase y tampoco son pocos, a los que he tenido que forzar contra su voluntad.


Tengo un hambre que nunca se sacia. Un corazón tan sensible que siente el dolor del mundo entero y unos pensamientos que nunca perdonan. En mi curiosidad, a veces tomo al novio amante a escondidas de su prometida. Otras veces, solo miro como se aman sin involucrarme. Sin que me descubran. Sabiendo que tarde o temprano, destruiré su felicidad.


A veces juego a asustar y otras, ayudo a sobrevivir. Soy lo que soy y no puedo remediarlo. Disfruto cada segundo como si la eternidad fuese insuficiente para mí. Sé mucho sobre la vida, aunque nunca lo bastante como para que alguien no me sorprenda. Es en los momentos cuando tememos perderla, que la gente se hace grande. Que viven por primera vez al límite de sus posibilidades y se descubren a si mismos como lo que son. Héroes y villanos, víctimas o verdugos.

El ego...

Hoy voy a hablaros de alguien que me gusta mucho. Alguien a quien respeto, admiro y quiero desde lo más profundo de mi ser. Alguien que es inteligente, locuaz, con un afinado y mordaz sentido del humor y capaz de lo imposible cuando le interesa. Una persona increíble en todos los aspectos importantes de la vida. Seguro que ya sabéis de quien hablo... Si, de mí.


A ver... como semana tras semana estáis tras la pantalla devorando mis palabras, no tendré en cuenta la carcajada general que habéis lanzado ante mi descripción. Puede que haya sido algo desmedida, pero es en el buen sentido por lo mucho que me quiero y... ¡Bah!Basta de rollos. La verdad es que esta entrada solo tenía un fin y es agradecer los comentarios, los +1 de google y a todos los que escribís a mi correo en uno u otro momento.


¿Por qué de título tiene "El ego del escritor"? Muy bien mis queridos lectores, muy buena pregunta. Aunque en mil y una entrevistas siempre os damos las gracias por vuestra fidelidad, por las amables palabras que nos dedicáis o por aquellas críticas constructivas de las que aprendemos, hay un secreto que todos los escritores ocultamos por vergüenza. Tenemos miedo... cada año, cada mes, cada día, cada libro, cada capítulo, cada renglón, cada palabra nos asusta. ¿Os imagináis lo que es exponer vuestro trabajo a un público al que no podéis ver, ni le importan vuestros sentimientos?


Es fácil acusar a alguien de no haberse esforzado lo bastante en tal capítulo o que esta semana en vez de hacer algo memorable simplemente nos olvidamos de... El anonimato de Internet ayuda a que muchas personas a que den rienda suelta a su ira, su falta de respeto o a un sentido del humor que raya el mal gusto hacia gente que muchas veces pone todas sus ilusiones en lo que está haciendo. Sin embargo, yo en ese sentido estoy teniendo muchísima suerte. La gente con la que estoy tropezando está resultando cordial, inteligente y divertida. Las críticas que me habéis dado me han ayudado a ampliar mi punto de vista madurando mi trabajo hasta volverlo mucho mejor de lo que nunca fui capaz de creer.

Emaleth

En esta vida solo tengo dos cosas seguras. Que el mundo no es tal y como creí conocerlo hasta el día de hoy, y que si me quedo quieta, mi novio me matará.


Os preguntaréis quién soy. Mi nombre es Emaleth, reina de las cortesanas de Batiriel, el mágico reino de las hadas. Descendiente directa de la gran Amentxumekatoriparisopiomun y el gran rey Afosiquetoli… toli… toli algo. Mierda, aún no me lo sé bien. Todo el tiempo dándome vueltas los dichosos nombres en mi cabeza y no soy capaz ni de recordar eso.


Solo puedo asegurar que soy Emaleth, la verdadera descendiente de las hadas. Abandonada en secreto para confundir a nuestros enemigos, me crie entre humanos ignorando mi derecho de nacimiento. Pero ayer, ayer me abrieron los ojos a la verdad y el cabrón que lo hizo me dejó sola con un montón preguntas sin respuestas y otro montón aún más grande de gente que ahora quiere matarme.

Miedo

Hoy sé que es domingo, aunque no me importa gran cosa. Para mí el domingo es como un lunes cualquiera o el miércoles de la semana que viene. Tan solo un día más. La única diferencia es que hoy, no me apetecía despertar. Estoy cómodo, seguro, feliz, me sumerjo entre mis fantasías flotando de la consciencia a la inconsciencia como si no tuviese ningún problema. Como si pudiese permitirme soñar todo el día con tonterías. No quería levantarme, es la verdad, pero el exterior se empeña en hacerse notar intentando arrebatarme mi paz interior.


Abro los ojos analizando el lugar en el que vivo. Miles de veces, he oído como la gente se queja de sus apartamentos como si fuese un lugar indigno. Si tuviesen el mismo espacio que yo, verían que sus tremendos castillos son motivo de dicha en comparación con el agujero en el cual hago mi día a día. Supongo que esa es la razón por la que no tengo tele, ni lavadora, ni siquiera una triste nevera. No hay espacio…


A pesar de todo, no me quejo. Al contrario que muchos otros, por lo menos tengo un sitio donde dormir calentito. Fuera llueve, hace frio y a veces nieva. Fuera es malo, fuera es dañino, fuera es peligroso.

Que hacer cuando buscas un agente

Uno de los mayores problemas a la hora de buscar editorial o agente, es que los autores nos encontramos perdidos y sin saber que hacer. He aquí 10 consejos sacados de la agencia literaria Diana Finch que me he tomado la libertad de traducir al español (No literalmente, sino como mejor me han parecido para que los podamos leer con más comodidad).


1. Si escribes en varias categorías, mejor busca un agente que se encarga de todo tu trabajo a la vez. Podría ser tu complemento perfecto.


2. El mandar correos masivos sin tener en cuenta las especialidades de cada uno de los agentes, es una pérdida de tiempo y gastos de envío. No todos ellos serán una buena opción. De hecho, el número de verdaderos partidos que encuentres, serán producto de la investigación. Recuerda que al igual que a ti, a los agentes les encanta saber que se les ha buscado de manera individual y se les explica la razón de su elección. Por ejemplo, "Por la manera en que has representado a tal, creo que serías un gran agente para mi trabajo."

Supervivencia

Hoy tenía dispuesto un momento flash bastante original, sobre un artículo que leí en el periódico esta semana. Me apetecía mucho escribirlo y compartirlo con vosotros, hasta que leí otro que sacó lo peor de mí. El titular era "Ojala que se extingan los escritores" del profesor Gonzalo Pontón Gijón. (Podéis encontrarlo en http://blog.udllibros.com/wp-content/uploads/gonzalo1.pdf


En el mismo, habla sobre la perdida de la "buena" literatura ante la cantidad impresionante de escritores que se buscan la vida en este oficio. El choque generacional del libro frente a los medios electrónicos y la perdida de calidad literaria en función de escribir libros menos buenos, pero más rentables. También (Y aquí me tocó la fibra sensible) sobre que debería desaparecer la profesión de escritor, para ser solo una dedicación parcial por aquellos que les nazca.



Si claro. Como si dedicarle media hora al día después de trabajar, consiguiese que tus palabras fuesen muchos mejores que dedicándoles el tiempo que se merecen. Es decir... ¿En que estaba pensando cuando escribió todo esto?

El proyecto

Hoy, en la foto con la que decoro esta entrada, muestro todo el trabajo que he hecho últimamente. No ha sido hasta que he ordenado todos esos folios sobre la mesa, cuando me he dado cuenta de lo mucho que he avanzado. Así que expondré todos los libros de los que tan orgulloso me siento.


"La flor del infierno", es mi primer trabajo serio. No digo que lo que haya hecho antes no sea serio, es tan solo que aunque escribí en un millón de oportunidades, nunca quise hacerlo de manera profesional. Este trabajo es el primero en el que me vuelco de cabeza con todas mis ilusiones y sueños. Probablemente, por eso le tengo tanto cariño. Aprovecho la ocasión para agradecer y saludar a Cristina. Una lectora que sin conocerme de nada, tuvo a bien leerse el libro y contagiarme a mí su emoción con el paso de las páginas.


"Un ángel en el infierno" es la segunda parte de esta interesantísima trilogía que ya cuenta con la mitad de su contenido terminado. Si, sé que aún no habéis tenido la oportunidad de disfrutar la primera, pero tiempo al tiempo je je je je.

Lo que siempre quisiste del deporte

Hoy me he levantado, he corrido y ahora... mataría por una hamburguesa con queso, mostaza y kétchup en cantidades industriales. Si, esa es la verdad. Quiero sustituir el ejercicio y una dieta sana por calorías en exceso y una alimentación más sabrosa y perjudicial. ¿Qué me quiero comer tres hamburguesas en el Burger de la esquina? Pues me las como. Pero entonces ¿Para qué corro?


Yo os lo diré. Paso de la típica excusa "Quiero sentirme bien" "Me gusta estar en forma" "De mayor el cuerpo lo agradecerá" Son todas unas burdas mentiras que nos repetimos para no sentirnos hipócritas con la verdad... Odiamos a Mario Casas. Si, todos los que le conocemos le aborrecemos. Voy a fundar un club del odio en el que juguemos a los dardos con su foto.


Entendedlo, es quitarse la camiseta en una película y hasta la vecina de arriba, que ni siquiera ve la misma película, suelta "Dios, que bueno está" que te quedas con una cara de bobo increíble. ¿Es que no se da cuenta de que la estoy oyendo y llevo cinco años enamorado de ella?

Grandeza

No vais a creerlo, pero hoy voy a hablaros de algo que me fastidia mucho. Que los coches no vuelen. Si, si, ya sé lo que estáis pensando, que menuda tontería. Pero cuando era pequeño, siempre creí que al llegar a la madurez los coches volarían, que los videojuegos serían de realidad virtual y las enfermedades estarían casi erradicadas (Una gripe para faltar al trabajo un par de días siempre viene bien, así que esa la dejamos a propósito). Creí que podríamos estudiar por el placer del conocimiento y que viajar a Venus en fin de semana, estaría sujeto a grandes descuentos. No como Plutón, que sería solo para los más sibaritas.


Siete de Agosto del dos mil trece. Parece que fue ayer cuando escribía con mala letra en mi cuaderno a rayas "agosto de mil novecientos ochenta y nueve". Miro por la ventana y descubro que Plutón ya no es un planeta, los coches siguen yendo por carreteras llenas de baches, los ciclistas se juegan el tipo enfrentándose a un camión o yendo en la parte de atrás de una ambulancia y en los videojuegos puedes amputar la cabeza de una persona disparándola y sin embargo le ponen un velo negro a los personajes cuando tienen algo de índole sexual.

Diario de una fantasía

Buscando en el baúl de los recuerdos, encontré la caja de Pandora y rebusqué en su interior partes de mi pasado. Entre muchos escritos viejos, cartas olvidadas y relatos que nunca acabé, estaba esta pequeña joya. De todos mis relatos cortos, este fue el primero que envié por la red para ganar una pequeña apuesta. Hace ya mucho de aquello, aun así no he querido retocarlo para que no pierda la esencia de lo que en antaño fui. Desde ya os informo que no es una lectura apta para menores, al resto... espero que la disfrutéis y me deis vuestra opinión.


No recuerdo cuando ocurrió todo esto, hace unas horas, unos días, tal vez incluso unos años. Puede que ni siquiera haya ocurrido de verdad por que a veces, mientras le miro, pienso que todo esto es parte de un sueño. Que nada puede ser tan perfecto. Pero no quiero complicarte querido diario, déjame que empiece desde el principio, déjame contarte los secretos que turban mis noches y pueblan mis fantasías.


Él y yo éramos amigos desde hace tiempo e ignoro el tiempo que pase en su compañía aquella noche. Las horas pasaban lentamente sentada en el banco mientras me dejaba hechizar por su persona. Su voz, suave y segura, era una de esas voces que te deleitan, de esas que puedes escuchar hasta que el sol de la mañana te encuentre con una sonrisa. Mientras sus palabras bailaban en mis oídos me fijé en sus manos, manos amplias, fuertes y robustas, con unos dedos largos y agraciados. Un escalofrío recorrió mi cuerpo imaginando como sería sentirlas pasar por mi piel.

Caminando con dragones

Cuantas noches en el silencio de la oscuridad he gritado un nombre que jamás he oído. Cuantas he suplicado por algo distinto, de lo que este planeta es capaz de dar. Cuantas veces me he limitado a refugiarme en mis fantasías, intentado encontrar algo remotamente parecido a lo que leí en los libros.


Supongo que esa es la razón de que me criase rodeado de dragones, hadas y princesas. De que una parte en mi interior, aun guarde espacio para que habite la magia. La deseo, la necesito, la busco y la doy, con la misma facilidad con la que la encuentro.


No dudo que la vida esté llena de personas como yo, gente que anhela en su rutina una parte de amistad, amor, magia, compañerismo, desenfreno, imaginación, aventura, deseo, erotismo y tantas otras cosas que solo conocemos cuando dormimos. Quién sabe si algún día tendremos el valor de tomarnos la libertad para coger nuestros sueños y crear algo con ellos. Un mundo nuevo. Una forma diferente de vivir en el que se respeten pensamientos y opiniones. Un lugar con la suficiente madurez, que permita saber lo que es justo y actuar en consecuencia. Un sitio en el que los actos hablen de cómo somos y no tan solo de lo que queremos.

Por si acaso...


Como puse la semana pasada en mi facebook, por motivos personales estaré ausente hasta el próximo miércoles. Así que deseadme suerte en mis pequeñas vacaciones y hasta la semana que viene. Estoy impaciente por veros a todos de nuevo.

Pasos para escribir una novela.

Hoy me levanté un poquito vago, falto de inspiración y sin ganas de trabajar. Se acerca una tormenta tropical que posiblemente me deje sin luz y me tiene el ánimo por los suelos.


Ni borracho hablo del tiempo, eso seguro. Tampoco estoy por la labor de ponerme con un momento flash, ni un pensamiento filosófico. Así que lo único que queda, es la sección para el escritor nobel. ¿Qué os parece si cuento lo que hay que hacer para escribir una novela?



Paso uno: Trabajo en bruto.

Mi momento...


Cuando las lagrimas ya no son suficientes para expresar el dolor que atenaza un corazón. Cuando el tiempo es incapaz de sanar las heridas que halla en un alma destrozada y nuestros pasos nos adentran por terrenos inexplorados por encima del cielo. ¿Acaso no es mejor desear algo mayor que el más grande sueño jamás tenido que hundirse en las profundidades de la tristeza?


Vagando por el mundo sin paz ni descanso, he llegado a maldecir el instante en que la locura se apropio de mi vida y me obligó a enfrentarme a tientas a los monstruos que moran en mi interior. Es así como durante años, me mantuve en pie por el mero hecho de continuar entre esos sueños que me matan y ansió, esas fantasías que tiñen de rosa mi realidad.

El viejo y la niña


El agua del lago estaba en calma, ni siquiera la ligera brisa que de vez en cuando mecía la barca conseguía alterar la cristalina superficie. Como cada sábado desde hacía diecisiete años, a las siete de la mañana, ya estaba Charls Bremiel moviendo su caña.


Aquel anciano, tenía la cara marcada por las arrugas de los años y la tez quemada por el sol. Nunca había sido demasiado guapo y si alguien le preguntaba, lo único bueno que diría de si mismo es que le gustaban sus impresionantes ojos negros. Se habían borrado las marcas en las comisuras de sus labios cuando sonreía, de lo poco que lo hacía y sus manos temblaban en un tic que no podía controlar.


Aquel pequeño rincón en soledad, era todo lo que le quedaba para si mismo. Desde la muerte de su mujer y la no tan deseada jubilación, pescar era todo el trabajo que tenía en su futuro. Pero no era esa la razón por la que se negaba a poner cebo en su caña. La verdad es que aunque le gustaba el sitio, odiaba cuando picaban. La vida era demasiado corta y hermosa para arrebatársela a otro ser vivo sin motivo. Él, con un trocito de carne y un cacho de pan, ya tenía suficiente para comer. Así podía olvidarse de causar ningún tipo de sufrimiento cuando algo se tragaba el anzuelo.

Malito...

Hoy, aunque me gustaría actualizar mi blog como es mi costumbre, me es imposible. No me encuentro demasiado bien así que esta semana tendréis que conformaros con la entrada del domingo (Por no dejarla para el miércoles :-( )

Pero no tengáis miedo. A pesar de como me encuentre, mañana si que se actualizará el secreto de Daniel. No me extiendo más que me vuelvo a la cama. Un beso a todo el mundo.

Crisis en España

Aunque sé que no es miércoles, hoy me apetecía escribir así que aquí me tenéis. De todos es sabido el vicio que le tengo a visitar a los amigos sin un motivo previo. Es en una de esas de esas visitas, donde se desarrolla la historia de hoy. Bueno, más que una historia es un hecho real que he encontrado curioso.


Resulta que una de mis amigas a las que quería ver tenía trabajo y me pareció buena idea, ya que nunca está de más, hacerla compañía y echarla una mano. El trabajo consistía más que nada en buzonear y pegar por las paredes la típica propaganda. Algo sencillo antes de tomarnos un café con pincho incluido.


No habían pasado ni veinte minutos desde que empezamos cuando nos encontramos con un individuo de carácter sospechoso. ¿Sabéis cuando una persona no está mirando hacia ti, pero sin embargo sabes que te está vigilando? Pues él miraba así.

Un día gris...

Hoy no quiero dar un consejo para escribir. No tengo ganas de regalar un momento flash de una historia que tal vez escriba... o tal vez no. No será un pensamiento y ni siquiera colgaré una foto para adornar esta entrada. Hoy, sentado a solas sobre el teclado, dejaré a esa parte que llena de magia mi vida llenarse de tristeza.


En días como este, cuando el extraño del espejo me mira sonriendo, me busco sin encontrarme. Le hablo asustado preguntándole que ocurre, que ha cambiado y entonces lo sé. Ahora que la nostalgia agarra mi pecho y lo aprieta con la dulzura con la que solo la tristeza nos toca, me descubro recordando todas esas aventuras que he vivido y las que he decidido no vivir. Todos esos momentos que he tenido y aquellos que he dejado escapar. Las cosas buenas a las que he sobrevivido y aquellas malas que he superado. Las revivo una vez más en mi mente, sentado en mi sofá y pienso... si hoy muriese ¿Sería feliz?


No sé que es esta historia. No sé que quieren estos sentamientos. De hecho, aunque soy mi mejor amigo, nunca llegué a entenderme bien. Pero la respuesta a esa pregunta es si...

El laberinto de los locos


Aunque hay miles de libros, a la hora de escribir una historia solo hay dos formas de hacerlo.


  • En la primera, el escritor se lanza a lo desconocido. Desafía a la inspiración a que día tras día le visite para hacer su trabajo. Al igual que el lector, va descubriendo lo que esconden las páginas a medida que las va desarrollando, sin que sepa que es lo que va a pasar.
  • En la segunda, el escritor tiene el final a la vista. Antes de poner la primera palabra, el muy tramposo ya sabe como va a acabar la historia aunque no tenga desarrollado todos los puntos.

De vocación: Escritor


Como he dicho en anteriores opiniones, la sociedad está equivocada al definir a un escritor. Aquí en España, nos creemos que un escritor es aquel que vive de su escritura, el que ha publicado cuatrocientas mil ediciones de su libro y lleva un ferrari como coche. Desde ya os informo, de que yo conduzco un hyundai de diez años, apenas sobrepaso a las ciento cincuenta mil visitas con mis relatos y que para cenar prefiero huevos con patatas a caviar... Ser escritor es un camino duro y mal recompensado.


¿Por qué entonces merece la pena esforzarse? Por la misma razón que aunque nunca nos lleguen a fichar para el real Madrid, nos gusta ir a jugar un partido con los amigos el fin de semana. Nos nace.


En mi experiencia, diré que me parecía el camino lógico a seguir. Cuando descubrí la lectura, me atrapó de tal modo que veinte años después aun me tiene enganchado. Siendo niño volé con dragones, participé en guerras y resolvía crímenes a diario. Descubrí el amor, el honor y la amistad de cien maneras diferentes. Creí en lo imposible porque descubrí que sin esperanza, todo está perdido. Viví los sueños de los escritores como ellos los tenían guardados.

GANADOR DEL CONCURSO: Noche de rayos y truenos 2



Lo que más preocupaba a Mayra, no eran las continuas llamadas de la gente. Ni siquiera la interminable lista de formularios que había tenido que rellenar. Lo que de verdad la fastidiaba, era que ni siquiera tenía un cuerpo que enterrar. Ni por instante se había creído la versión de la policía en la que alegaban que su hermana y su marido, podían haber escapado ante la responsabilidad de cuidar a su hijo. Como si el hecho de dejar las tarjetas de crédito, el dinero en efectivo y la documentación que tuviesen, fuese lo más normal a la hora de huir.


“Es una posibilidad” recordó que le había dicho con voz monocorde el guardia que la atendió en comisaria cuando exigió más explicaciones. Si, y también que el mundo acabase a finales del dos mil doce.


Refunfuñó malhumorada intentando poner el pijama a Marco sin llegar a romperle el cuello.

Mantenimiento


En lugar de trabajar en una entrada nueva, hoy me he dedicado a arreglar los fallos que tenía mi página. En primer lugar, quiero agradecer los consejos y sugerencias que me habéis mandado al correo. Como avisé, soy algo nuevo en esto de los blogg y a veces me complico la vida yo solo. Así que felicidades por vuestra paciencia al aguantarme.


Lo segundo, informar de los pequeños cambios que efectué. A partir de ahora, si alguien quiere revisar una sección en particular, ya no tendrá que navegar por todas las entradas. Buscando la etiqueta del artículo, podrá encontrarlo en la pestaña pertinente escrito en orden cronológico.


La sección "Cosas diversas" no me ha parecido merecedora de su propia pestaña, ya que este tipo de entradas son reseñas o apuntes sin ningún tipo de seguimiento. A pesar de todo, no he borrado nada. Todo tiene su propio hueco y espacio y para encontrarlos, solo hay que navegar entre las entradas antiguas el día que fueron escritos.

Trabajar y no jugar, hizo de jack un niño tonto


Hoy me he levantado, duchado, afeitado, desayunado y no sé cuantas cosas más acabadas en "ado". Me he sentado frente al ordenador dispuesto a trabajar y cuando encendí la pantalla... me puse a jugar. Uno de los mayores secretos que nunca os confesaré, es lo que pueden llegar a gustarme los juegos de computadora.


Muchas veces, la gente es incapaz de comprender en que consiste el trabajo de un escritor. Siempre se bromea sobre la "suerte" de no tener un horario fijo, o que no tenemos que dar responsabilidades ante nadie. Es una burda mentira, pocas cosas son tan duras como levantarte y saber que no tienes la obligación de hacer algo pero que sin embargo, lo tienes que hacer. Es cierto que no pasa nada si hoy no escribes, aunque si no lo haces mañana, no habrás avanzado y poco a poco te irá dando cada vez más pereza... Como bien dicen, puede que el jefe no le tengamos en el despacho de al lado atendiendo llamadas, siempre dispuesto a echarnos la bronca cuando baja nuestra producción. Pero ignoran que si de verdad queremos acabar nuestra obra, lo notamos encima del hombro mirando cada palabra que escribimos sabiendo cuando nos entregamos de verdad.

Holocausto



El efecto mariposa, es un concepto dentro de la teoría del caos según en el cual, la mínima variación en un sistema caótico puede provocar un cambio drástico en el mundo. Pero ella, solo era una pequeña rana y no lo sabía.


Había visto en otros amigos que perder la cola era parte de su transformación. Aún así, estaba entre nerviosa y asustada cuando llegó el momento final. Habían pasado más de catorce semanas en el proceso, y aunque había aguantado estoica las bromas sobre lo que le costaba terminar su evolución estaba impaciente. Finalmente, allí estaba. Si, puede que fuese un poco más pequeña que el resto de sus congéneres y que hubiese tardado un par de semanas más que la más lenta en terminar, pero era como todas las demás y estaba orgullosa.


Deseosa de probar en que consistían todos esos cambios, desafió a la gravedad con todas sus fuerzas. El salto fue magistral, jamás había llegado tan lejos. A pesar de todo, el sentimiento de triunfo desapareció cuando llegaron a sus oídos las críticas del resto. Había sido su segundo salto, el primero si se tenía en cuenta que hoy había terminado de transformarse. Sus amigas no podían esperar que llegase tan lejos como ellas, después de todo habían tenido más tiempo de practicar, eran más altas y...

Feliz como una lombriz



Hoy no voy a hablaros de filosofía, ni pondré ejemplos sobre relatos o consejos para empezar a escribir. En este momento solo tengo ganas de bailar. Por fin terminé uno de los proyectos que tenía en "pendientes" y de nuevo vuelvo a enzarzarme en la lucha personal contra mi trilogía.


Aún así, quiero aprovechar este día para aclarar una cosa y resolver la cuestión que me llegó por correo de Carmen (Saludos desde mi rincón del planeta). Lo primero es que aunque algunas veces respondo a los correos de manera personal, cuando se me envíen preguntas específicas las publicaré para ayudar a aquellos que tienen el mismo tipo de dudas. (De hecho aprovecho para meter más información y que sea lo más completo posible).


El malo maloso:

La elección.


Una de las peculiaridades de los escritores, es que este tipo de profesión nos disfraza de taxistas, albañiles, doctores, administrativos, barrenderos... como si el mero hecho de no tener un libro publicado y diez best seller en nuestro curriculum, no nos hiciese merecedores de poder llevar un bolígrafo en el bolsillo.


Quien es escritor, lo es veinticuatro horas al día. A pesar de que a veces tenga que hacer otras cosas, en su foro interno siempre esté deseando sentarse y... "trabajar". Es así como a lo largo del día uno se descubre deseando contar una historia, explicar un sentimiento o desahogarse con furia en su diario. Puede que tan solo quiera plasmar un momento o que no tenga palabras suficientes para dar rienda suelta a todo lo que le aborda. Al final, lo importante es que siempre vemos en el papel a un buen amigo fiel con el que queremos volver.

La primera vez... que llega el fin del mundo



Hoy me apetece hablar de algo interesante, el fin del mundo. Ya ha quedado atrás la famosa fecha del veintiuno de diciembre del dos mil doce y no serán los mayas los que vaticinen la catástrofe. No sé lo que tardará otro meteorito en estar lo bastante cerca de la órbita terrestre como para suponer una amenaza, ni cuanto puede aguantar la capa de ozono si decido comprarme un coche y lo que es peor... ¿Sobreviviremos a otra entrega de "Gran hermano"?


No lo sé, no me importa. Aunque la verdadera pregunta es ¿Por qué nos da tanto miedo que el llegue el fin del mundo? No es algo tan grave. Si somos sinceros con nosotros mismos, en el último momento solo tendremos dos preguntas en la cabeza.

  • ¿Me dolerá? 
  • ¿Qué será del mundo sin mí?

La llamada de la sangre


A través de los cristales del bar, todo era oscuridad en el exterior. Roger, echó un vistazo al reloj calculando cuanto faltaba para que amaneciese maldiciendo en su interior.

-Siento el retraso -Dijo una chica de no mas de dieciséis años al sentarse a su lado -¿Llevas mucho esperando? -Preguntó con aquel tono entre juguetón e infantil.

-Solo desde la hora en la que habíamos quedado -La regañó -Tengo poco tiempo para estar aquí, si vas a llegar tarde lo mínimo que podías hacer es avisarme -Se contuvo al darse cuenta de como la chica se encogía sobre la silla -¿Has pensado lo que te dije?

Era una pregunta fácil con una respuesta fácil, un si o un no, no había más posibilidades. Quizás esa fue la razón por la que al verla dudar, provocó que su irritación creciese.

-No quiero hacerte daño... -Dijo con voz tímida.

-Pero...

He vuelto...



Entre una cosa y otra al final me ha costado un poco ponerme al día, pero aquí me tenéis de nuevo listo para la acción. Como veis, el blog tiene un nuevo diseño gracias a la inestimable ayuda de Oloman. Con sudor, sacrificio y una dosis de paciencia que rallaba el masoquismo, me ayudó con el nuevo formato y de paso me enseñó un poco de código HTML.


Si tenéis la oportunidad echad un vistazo a su página, está muy bien montada y posiblemente os sea de gran ayuda si queréis hacer un buen blog. Su dirección es: "http://www.oloblogger.com"


Así que a partir de mañana volvemos a las andadas. Hasta entonces me despido intentando ganar fuerzas para el camino que me espera.

Aviso importante

Respondiendo a varios mensajes que me han llegado al correo, si que continuaré escribiendo aunque actualmente estoy en cama aquejado de un virus con fiebre muy alta. En cuanto me sea posible vuelvo a las andadas, así que echadme de menos hasta mi retorno.



La guarida del dragón

Coger un bolígrafo, un poco de papel y sentarte en el suelo ya te da poder para empezar a escribir. Este ejercicio lo podemos hacer cuando estamos esperando en el médico, cuando viajamos en autobús o en el bar donde tomamos ese desayuno diario.


Como escritores, todos necesitamos un hueco donde podamos estar con nosotros mismos para narrar aquello que somos capaces de ver. Si, una casa en la playa estaría bien (¿Cómo? ¿Vosotros no tenéis ninguna? ¿En serio?) Bromas aparte, ni yo dispongo de una casa así, aunque lo más seguro es que si la tuviese estaría tostándome al sol en lugar de escribiendo. Así que siguiendo esa lógica cualquier lugar donde nos sentemos cómodos para escribir servirá.

El principio

Estaba escribiendo un momento flash cuando me pregunté... ¿Cuando empiezo con mis consejos? Así que con mucha tristeza, aparté a un lado ese trocito de relato y me decanté por mi primer consejo de la sección "El escritor novel".


La mayoría de las personas que se han acercado a mí y me han preguntado sus dudas, siempre tienen en común una escena:


"Yo no escribo casi, pero tengo estas páginas y querría saber si son buenas"


Voy a aprovechar este espacio para dar una respuesta general. Si es bueno, bueno. Y si es malo, se puede mejorar. Cada vez que ponemos nuestra ilusión en las palabras no nos defraudan, siempre nos brindan el mismo amor y cariño con que las hemos creado. Es por eso que cuando regresamos a ellas, nos están esperando. Cada vez que nos sentamos a escribir algo, es importante para nosotros. La diferencia en que sea de mejor o peor calidad, es la cantidad de tiempo que le dedicamos después a corregir y a retocar nuestro trabajo. Luego vienen los comentarios que nos hacen. Que alguien diga que nuestra novela / carta / poesía es horrible no lo hace necesariamente mala al igual que si te felicitan no la vuelve buena. La seguridad de que nuestro trabajo está a la altura de lo que necesitamos, la tenemos que tener nosotros mismos. "¿Me gusta?".

Por fiiiiiiin

Entre una cosa y otra no tenía tiempo de poder crear el blog como quería. Es el primero, así que espero que me permitáis los típicos errores a la hora de ponerlo en marcha y moverme por este mundo virtual en el que estoy aprendiendo a base de esfuerzo y tesón.


De momento le he creado cinco categorías divididas en la columna de la derecha de la página principal. Cada una con sus apartados correspondientes que son:

  1. Peripecias: Página general que sostendrá todas las entradas. A la derecha está las categorías para poder escoger algunas entradas en concreto.
  2. El escritor novel: En esta sección escribiré desde consejos básicos, a alguno más avanzado para que podamos mejorar nuestra escritura.

Noche de rayos y truenos.

El trueno hizo retumbar todos los cristales de la casa. Eran las tres de la mañana y aún faltaban dos horas antes de que el despertador sonase anunciando que tenía que ir a trabajar, cuando un grito le despertó.


-¡Papaaaaaa!


-Tranquilo, ya voy yo -Le dijo Karen adormilada -odio estas noches de tormenta.


-No pasa nada cielo, -comentó Nelson mientras se ponía en pie y buscaba sus zapatillas -Es mi turno y tú necesitas dormir.


-¿Seguro que no te importa?

Asesinato en el bosque

Lo que Kevin más tenía clavado en el cerebro, no era la presión que ejercía el gatillo sobre su dedo. Ni siquiera el peso del arma en sus pequeñas manos mientras apuntaba con cuidado. Lo que no conseguía quitarse de la cabeza, era el penetrante olor a sudor que exhalaba su propio cuerpo.


El tiempo que llevaba allí tirado completamente quieto se le estaba haciendo eterno. Sentía calambres en los brazos y las piernas y la ligera molestia en el abdomen se había transformado en una necesidad acuciante de orinar o reventar. A pesar de todo no se movió. No iba a fastidiar este momento por nimiedades como esas.

La primera... muerte.



Mi nombre es Gael Solano y vengo a confesarme, soy un asesino. Con mi cara de buena persona he sido capaz de acabar con la vida de miles de personajes entre mis páginas. He sido el ardid de accidentes mortales, incluso he llegado a elaborar diversas tramas con finales trágicos. He torturado y mutilado a un sin fin de personalidades y todo ello por el mero hecho de crear un rival digno del héroe, por darle un motivo al protagonista de la historia para que pueda luchar contra el destino o simplemente porque la víctima estorbaba en un plan para conquistar la ciudad o quien sabe... quizás el mundo.

La primera... gominola.



Mientras pensaba que poner, me dedicaba a lanzar por el aire las gominolas y que cayesen en mi boca sin usar las manos. Cuando un aro con pica pica se vengó golpeándome en la nariz para acabar sobre mi portátil, supe que estaba llamando mi atención para ser parte de una historia.


Después de limpiar mi teclado, (En América un teclado en condiciones con su Ñ y los acentos pertinentes es más escaso que una tortilla de patata bien hecha...) me quedé pensando ¿Puede ser importante en nuestra vida algo tan nimio? Al llevármelo a la boca para que me deleitase con su sabor descubrí la respuesta. Si queridos lectores, hasta un aro de pica pica tiene derecho a ser parte integral de un momento.

El primer... descubrimiento



La vida es un camino de continuo descubrimientos. Si vas por la calle mirando el suelo puedes hallar un reloj, una cartera, un anillo… Si miras al cielo puedes encontrarte una estrella, un pájaro o quien sabe, quizás hasta un ovni. Si en lugar de eso te esfuerzas en mirar hacia adelante tal vez descubras una mirada que te derrita, un camino que te guíe o un destino como meta.


Pero somos seres humanos, no estamos destinados solo a eso. Podemos, por ejemplo, mirar hacia atrás y encontrar en el pasado la solución a esos problemas que nunca creímos superar. Podemos mirar a un lado y ver quiénes son las personas que han decidido acompañarnos en nuestro viaje o incluso cerrar los ojos para ver en el fondo de nuestros pensamientos quiénes somos de verdad. Todo es posible. Solo tenemos que estar concienciados de que el día tiene veinticuatro horas con sesenta minutos cada una y en cada uno de ellos, siempre puede haber algo diferente.

El primer... día.


Comenzar nunca ha sido fácil para nadie.

"A partir de mañana salgo a correr"
"A partir de mañana dejo de fumar"
"A partir de mañana seré célibe"
"A partir de mañana comeré sano"
"A partir de mañana no mentiré más"
"A dios pongo por testigo que a partir de mañana, las celebraciones serán solo con agua"

A partir de mañana, escribiré... 

La primera entrada

Esta es la primera entrada que hago en mi estreno como bloguero. Como negarle este instante a la súcubo que durante un año me ha acompañado en la portada de mi libro.


No sé en qué momento la encontré, ni siquiera que me llevó a sus brazos ficticios para hacerme sonreír al pensar "Esta es". Lo que si sé seguro es que aunque esté obligado a borrarla ahora que mi obra está cerca de terminar, quería tener un lugar privilegiado para recordarla. Un sitio que al mirar atrás, aún conserve la magia de este momento.


Así que aquí queda la primera de las cosas a las que me veo obligado a renunciar para seguir mi camino. Ha quedado atrás, pero no olvidada, porque siempre la tendré en mis recuerdos y en la primera entrada de este blog.

 
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