Vale, quizás el título de esta entrada sea algo exagerado para alguien que solo tiene la gripe... pero no lo entendéis, ¡Es que me duele mucho la cabeza! Si, de verdad. Si a eso le añadimos la inflamación de garganta, los mareos, los vértigos y las ganas que tengo de suicidarme con sobredosis de antigripal en vena ¿No puedo exagerar ni un poquito?
Pero bueno, en la entrada de hoy lo primero que haré será disculparme. Desde el domingo, estoy teniendo mucha fiebre así que si veis algo inconexo o alguna falta de ortografía, no seáis demasiado duros conmigo. Pensad que soy un convaleciente digno de compasión y respeto.
"Pero vamos a ver querido Gael, si tanto es así ¿no estarías mejor en la cama?"
Solo hay una respuesta sincera para eso. Si. Vamos, que acabo de salir y ya me muero de ganas por volver. De hecho, si lo pienso bien, me han dicho en multitud de ocasiones que si no me encuentro en condiciones de hacer un trabajo increible, mejor que no haga nada. A lo que yo me pregunto: dedicar mis pocas energías a un blog que solo sale los miércoles cuando estoy delirando ¿No lo vuelve un trabajo extraordinario?