Hoy tenía un dilema moral a la hora de ponerme a escribir. No sabía si empezar la tercera entrega sobre la creación del mundo o deleitarme con una descripción preciosa sobre mi lugar especial. Ambas me tenían enganchado. Una con su humor y la otra, con su potencial a la hora de hacerme soñar. Por desgracia, antes de sentarme frente al teclado, me dio por leer el periódico mientras desayunaba. Así que como este es mi blog y soy yo quien decide, es en la parte de los comentarios donde podéis opinar con libertad, hoy os tocará soportar mi ira social.
Bueno, el hecho es que Coca Cola ha creado un ERE que afecta a mil doscientos cincuenta trabajadores en España (por ahí he oído que pueden llegar incluso a los mil quinientos, no estoy seguro). Así que esta entrada trata sobre otra de esas "pequeñas" compañías con buenos beneficios, que ha decidido subirse al tren de las nuevas oportunidades que les abre la reforma laboral impuesta por el gobierno.
¿Qué motivo han dado? Como siempre, un mercado competitivo. Pero encima, despedir a mil doscientos cincuenta trabajadores provoca unas ligeras mejoras en la compañía de las que no han hablado como por ejemplo, hacer que el resto de la plantilla le entre miedo y trabaje más duro. ¿A que es una buena idea? Si es que no sé porque no le dejaron hacer lo mismo a Telefónica...